El arranque del Torneo de Clausura 2022 ha evidenciado algo que se viene percibiendo en el fútbol nacional desde hace años atrás, la caída de la mentalidad ganadora del Deportivo Saprissa, el equipo más laureado de la historia del fútbol Centroamericano
El hecho de que a la fecha que escribimos este editorial a dos días del primer clásico del torneo, el cuadro morado es colero de la tabla de posiciones, termina siendo un solo detalle más, pues lo que sabemos de fútbol y números entendemos que la estadística a la altura de una quinta fecha aun no es tan real, menos en nuestro torneo
Lo que sí es real es que Saprissa hace rato da tumbos, y aunque en los últimos dos años logró dos títulos su grandeza provoca que a veces ni siquiera salir campeón baste
Es conocida la política de austeridad de su dirigencia y lo que la pandemia provocó en la industria del fútbol, pero cuando se está en la cúspide de este deporte en este caso a nivel nacional, se debe estar a la vanguardia en todo, al menos esa fue la mentalidad de Don Ricardo, y por eso el club es lo que es
El aficionado morado reciente que hoy en día su plantel es limitado, sus fichajes son «humildes», y la mentalidad del equipo parece serla «la vieja confiable»: clasificó aunque sea con las uñas y ahí veré lo que pasa
Esa formula llevó el club a dejarse en mayo pasado la estrella 36, con un técnico que llegó solo para los últimos siete partidos, y en otros momentos entrando por la ventana y apelando al «no se repartan nada» el monstruo siguió coleccionado títulos. Pero al mismo tiempo disimulando la ausencia de un verdadero plan deportivo serio y formal
Saprissa vive de chispazos y del legado de estrellas que se apagarán más temprano que tarde de apellidos Bolaños, Torres, Angulo y Waston. Ya de constelación resintió la primera ausencia, Michael Barrantes.
La sola presencia de esta camada más el peso de historia le ha permitido al monstruo mantener su protagonismo torneo tras torneo, aun cuando en la generalidad de los últimos años ha dejado más dudas que certezas
En este momento iniciado el clausura ni eso ha bastado, los rivales a todas luces le perdieron el respeto al color morado, no es casualidad que en Tibás ya no sea un hecho extraño o aislado una derrota de «la S»
El aficionado más acostumbrado al éxito en el país es el saprisista, y ellos claman por respuestas, porque con todo derecho se preguntan si la famosa política de austeridad del club es la causante de que hoy el equipo no tenga un plantel rico en opciones en la cancha y banca, como desde 1949 cuando llegó a Primera División casi siempre tuvo
Aun cuando la prensa poco sabe de los entrenamientos del equipo, por las medidas de la pandemia, ya es común que el Saprissa estelar masculino entrene en cualquier lugar menos en su casa. Del Centro de Alto Rendimiento de Moravia no se sabe nada tampoco, solo que a este momento no existe
De la Liga Menor solo se sabe que ya hace rato no alimenta al primer equipo como siempre lo hizo, debutan jóvenes pero en los últimos dos años solo para el registro de los que llevamos estadísticas
El fútbol femenino también se ha visto lastimado en los últimos meses. Saprissa el club más tradicional de esta liga, no se ve poderoso, y por momentos su cúpula parece desinteresado en el equipo de mujeres. La mejor muestra cada vez que la cancha hay que cuidarla, las muchachas terminan jugando como locales en cualquier estadio de la capital, menos en el coloso de Tibás.
Cuidar la cancha se reduce a no usarla o por lo menos que no la utilicen las mujeres. Pésimo mensaje
Todo esta enumeración de hechos lo que confirma es que hoy Saprissa vive días difíciles, y como institución tiene derecho a pasar «por donde asustan» como el club lo vivió en el pasado, incluyendo una quiebra financiera a inicios de 2003.
Lo que no parce justo es que su cúpula no se sincere con los suyos y enumere las razones de esta crisis, a la larga para ellos es un proceso normal
No estamos asegurado que las finanzas del club estén destrozadas como hace dos décadas, pero si está claro que Saprissa en muchos aspectos ha dejado de ser Saprissa en toda la extensión de la palabra
La dirigencia debe estar haciendo hasta lo imposible para que la cosa mejore, pero al mismo tiempo parece aferrados en que la película de torneos pasados se va a repetir y un buen cierre será suficiente , para decir «ven no necesitamos fichajes bomba» «ven se repartieron todo antes de tiempo» «ven nos faltaron el respeto», «ven somos Saprissa»
Pero mientras eso pasa (que nadie lo sabe), el aficionado se pregunta qué paso con aquel club que siempre procuró tener los mejores jugadores, que iba al frente del fútbol nacional en todos los aspectos deportivos, administrativos y comerciales.
Es más qué pasó con aquel equipo que sin tener a veces las mejores estrellas igual daba pelea y sino ganaba al menos mortificaba a los demás
El equipo que puede salir del país y dejar en alto el nombre del fútbol nacional, el equipo que colecciona campeonatos como dice la canción.
A la altura de febrero de 2022 eso no se ve por ningún lado.
Con el plantel que tiene el Saprissa deberá hacer frente al torneo, pues ya no se puede inscribir a nadie, con el mismo gerente deportivo y no sería raro que con el mismo técnico aun cuando se haga costumbre ver el nombre Saprissa en el fondo de la tabla
Periodista deportivo y estadígrafo