Se puede decir que la historia del partido se escribió en los primeros ocho minutos. Un imperdonable fallo de Allen Guevara en el segundo minuto del partido pudo darle otra historia al juego, el experimentado volante falló una opción sin marca tras rematar de manera débil a las manos de Esteban Alvarado. Al 8’ en su segunda incorporación ofensiva llegó el zaguero Ariel Soto para enviar el balón al fondo con la espalda en medio de la pasividad de la zaga manuda. El primer tiempo transcurrió en medio de la confianza de un Herediano simple en su juego y con la pasividad de una Liga muy distante del líder indestructible de la fase regular, con el agravante de la correcta expulsión de Junior Díaz correctamente expulsado al 18’, la Liga intentó ordenarse y casi renunció al ataque para irse descansar abajo en el marcador con un margen mínimo. Hasta el minuto 14 del complemento los manudos se insinuaron sobre la caballa del bien aplomado Esteban Alvarado. Pese a tener un jugador más Herediano tampoco disfrutaba de opciones claras salvo un mano a mano ente Berny Burke y Adonis Pineda correctamente resuelto por el arqueo visitante. El segundo tiempo transcurrió en medio de la poca iniciativa local por atacar, y de la casi nula respuesta de la Liga a la cual las modificaciones no le cambiaron la cara. Por un momento Alajuelense apostó a no perder por un margen mayor, y completó su tercer partido sin anotar después de que en fase regular anotó en todos los partidos. El primer pulso de la final fue flojo y De pocas emociones con un Herediano que pudo conseguir algo más y una Liga que vive su peor momento cuando se decide todo. El llamado a salir campeón es Herediano que apegado a su estilo y con más actitud puso distante el sueño manudo. Otra vez el sábado el Morera clamará por una remontada con el agravante que el equipo se olvidó de anotar, por eso el traje de campeón se lo prueba equipo rojiamarillo
Periodista Deportivo y Productor Audiovisual