Categoría: Historia

Marco Herrera: un trabajo silencioso con garantía de títulos

Los dos últimos cetros del Saprissa se consiguieron de formas y narrativas muy distintas, pero con un común denominador. Marco Herrera fue «el segundo al mando» tanto con Walter Centeno, como recientemente con Mauricio Wright.

 

Además, Herrera contribuyó en el pasado reciente a dos estrellas más, como asistente técnico de Jeaustin Campos (Apertura 2014) y de Roy Myers (Verano 2010).

 

En ocho torneos nacionales asumidos, Marco Herrera campeonizó en la mitad de ellos. Es un dato que parece haber pasado desapercibido por el saprisismo y afición en general, pero cuando Herrera estuvo a la par del técnico, el monstruo llegó a la meta.

 

En el cetro de hace un año, al lado de «Pate», Herrera llegó al cuerpo técnico en la recta final del certamen y fue ahí donde el equipo fluyó. En el último cetro acompañó a Centeno, Myers, y Wright, a este último después de que la dirigencia de horizonte morado lo anunció a él como técnico para finalizar el torneo tras el doloroso 0-5 en casa ante la Liga el pasado 19 de abril.

 

Sin embargo, fiel a su estilo de perfil bajo, Marco se hizo a un lado para que asumiera un viejo conocido de la casa morada, como Mauricio Wright, quien pasó del silencio de la Liga de Ascenso con Aserrí, a la gloria del cetro 36.

Marco algo tuvo que aconsejar a Horizonte morado para tomar esta decisión que muchos cuestionaron y al final fue la llave de otra gran faena morada.

 

Marco Herrera también tiene un título internacional con Saprissa al conseguir la Concacaf League en 2019, como asistente de Walter Centeno. Foto: Teletica.

 

 

 

En entrevista para este sitio, el aún asistente técnico del Saprissa le debe ese palmarés al «ADN morado» que comparten tanto él como todos sus pares en los banquillos, ya que todos pasaron por el club como parte de la generación de cambio de milenio (varios de ellos también con experiencia en mundiales a nivel mayor).

 

Es esa mentalidad que el mismo Marco describe como la de intentar ganar en cada partido y minuto de juego, sin importar la manera o si el resultado fue abultado o no, con tal de mantener la excelencia en el club y así satisfacer la exigencia constante de su afición, parafraseando, por supuesto, la mítica frase de Jorge Guillén, esa de «No se repartan nada…»

 

Él, también impregnado de ese «ADN» al tener pasado morado como jugador a mediados de los noventa, lo ha reflejado en ese trabajo «tras bambalinas» como entrenador en las categorías inferiores y el alto rendimiento de Saprissa y de Sporting.

 

En otros clubes, como en Santos de Guápiles (2006) y Pérez Zeledón (2011-2012), Herrera ha sido asistente técnico en planteles dirigidos por Vladimir Quesada, otro exjugador del cuadro tibaseño; y, de nuevo, con Jeaustin Campos en el equipo del Valle de El General, antes de que este partiera a dirigir al seleccionado de Puerto Rico.

 

También estuvo en el Municipal Pérez Zeledón, esta vez al lado de Mauricio Wright en el Verano 2012.

 

Sin embargo, en calidad de principal timonel, ha dirigido un solo partido en Primera División: la victoria contra Limón en el recién terminado Clausura 2021, tras el cisma del 0-5 ante Alajuelense en fase regular. De ahí surge la interrogante, ¿por qué con semejante palmarés Marco Herrera no se ha atrevido a tomar en algún momento las riendas de algún club?

 

Herrera, en efecto, ha tenido que rechazar en el pasado propuestas para dirigir de otros equipos en Primera División por asuntos fuera de lo futbolístico. «Antepuse mi familia ante todo (…), en ese momento», manifestó, ya que las ofertas vinieron de clubes fuera del Gran Área Metropolitana y, en ese entonces casado y padre primerizo, no podía de darse el lujo de andar por todo el país y estar lejos de los suyos.

 

Hoy día, por el contrario, su mentalidad es distinta. Ya se siente con la confianza y la disposición para dirigir si en el corto plazo se le presenta la oportunidad.

 

Sus aprendizajes no solo han sido tomados de entrenadores con quienes formó parte en los títulos recientes del Saprissa, sino también de aquellos que coincidieron con él durante su formación como futbolista.

 

Recordó a entrenadores del calibre de Joseph Bowska (técnico campeón con Saprissa 1988 y 1989); Juan José Gámez; Carlos Watson, de quien rescata su atención por los detalles del fútbol, y Carlos Linaris, al cual le valora la forma en como gestionó a sus jugadores (en especial aquel Saprissa campeón de 1995).

 

De lateral-carrilero izquierdo en su etapa como jugador a asistente campeón con cuatro técnicos distintos, Marco Herrera resalta como parte del mérito de su éxito el darse a respetar entre sus compañeros de plantilla y de tener una gran fuerza mental, cuestión que quedó demostrada en las series finales que Saprissa superó a Alajuelense y Herediano y que significaron el título 36, pese a la convulsión vivida en el club apenas unos meses atrás.

 

«Marquito», como le conoce la mayoría, podría ser un héroe anónimo en Tibás, un rey detrás del trono en el que estuvieron ya otros, que de seguro recibieron muchos consejos o hasta recomendaciones de este hombre de perfil bajo, pero de trabajo intenso.

 

 

Foto de portada: ESPN.

Los «reyes sin corona» del fútbol de Costa Rica

Después de la increíble forma en la que Alajuelense, un equipo que parecía invencible por lo hecho en la fase regular del Clausura 2021, quedó fuera de la semifinal ante un Saprissa envuelto en crisis tras crisis durante el torneo, de nuevo está sobre la mesa de discusión futbolera si la forma en como se disputan nuestros torneos cortos es realmente injusta o no.

 

Lo cierto es que la forma en como están diseñados, efectivamente, no siempre favorecen al club más constante y regular de todo un torneo (aunque a veces sí que sucede, pero esta nota no abordará esos casos). De hecho, ni Saprissa, ni Herediano ni Alajuelense pueden renegar de ello, ya que la historia muestra que los tres han sufrido y a la vez se han aprovechado de este tipo de formatos.

 

Se pueden establecer todo tipo de justificantes: como que el desgaste físico afectó a un equipo que había «gastado» todo su fútbol y se quedó sin «gasolina» en las instancias finales, que las series ida y vuelta son «campeonatos aparte», que un mal momento anímico arruinó todo lo hecho al inicio, que los fallos arbitrales, que el formato no premia la constancia sino el espectáculo de lo imprevisible, y un largo etcétera.

 

Como en el fondo sabemos que los resultados son lo más relevante pero no son lo único que importa, más si queremos hablar de fútbol con la rigurosidad que se merece, honraremos aquellos equipos de la era de los torneos cortos que por lo hecho en la fases previas merecieron ser campeones, pero se quedaron en el camino en las rondas siguientes.

 

Para el orden de esta lista, nos basaremos en el porcentaje de rendimiento logrado solo durante la fase previa, sin contar los puntos o goles que se hayan obtenido «en el escritorio», como suele suceder de cuando en cuando en nuestro fútbol:

 

10. clausura 2018: herediano (68%) – CAMPEÓN: saprissa

 

Los números que cosechó en la fase regular muestran que en este Herediano de Jafet Soto su fuerte era la defensa más que el ataque, al ser el equipo menos batido (14 goles en contra en 22 partidos) aunque con muchas menos anotaciones (34) que Alajuelense (46) o Saprissa (43). Solo sufrió tres derrotas en la primera ronda, ante Carmelita (0-1 como local) y a domicilio contra Grecia y la Liga.

 

En ese entonces, la segunda ronda consistía en una segunda fase cuadrangular. El vencedor de la misma y el líder de la fase previa eran quienes ganaban el derecho de disputar la gran final. Los florenses, al igual que en el torneo anterior a este, pincharon en la liguilla y quedaron terceros con tres victorias y tres derrotas, por lo que debió disputar la gran final con Saprissa, una serie en la que se necesitaron los lanzamientos desde el punto penal para que los morados alzaran en su estadio la número 34.

 

Los florenses se tomarían revancha y los papeles se invirtieron en el torneo siguiente, una historia que también contaremos en esta lista.

 

9. VERANO 2015: SAPRISSA (68%) – CAMPEÓN: HEREDIANO

 

Este es quizá el equipo menos brillante de esta lista por ser el que más derrotas cosechó: cinco. Aún así, el equipo comandado por Carlos Watson fue el equipo más goleador durante esa primera ronda (44 goles a favor) y con la mejor defensiva al obtener un promedio de un gol en contra por partido.

 

Su verdugo en esta ocasión fue la Liga Deportiva Alajuelense, que pudo obtener su pequeña «venganza» ya que los morados le arrebataron la posibilidad de alzar la 30 en el Morera Soto seis meses antes. Los dos goles de Jonathan McDonald en la ida en Alajuela solo fueron contestados por un solitario gol de Deyver Vega en la vuelta.

 

 

 

8. INVIERNO 2015: ALAJUELENSE (68%) – CAMPEÓN: SAPRISSA

 

A pesar de que la Liga tuvo fases regulares más eficaces en cuanto a puntos (como lo comprobamos en los puestos siguientes), esta Liga de Hernán Torres es de las que más recuerda la afición manuda tanto para bien como para mal.

 

Los manudos lograron 45 puntos, y cosecharon solo tres derrotas en la primera fase ante Herediano y la UCR como local, y de visitante contra Uruguay de Coronado. Fue el segundo equipo más goleador con 45 tantos, tres goles menos que el Saprissa; y la segunda mejor defensa (17 goles, dos goles en contra más que el Herediano).

 

Sin embargo, lo que más se va a recordar fue la forma en como perdieron el título aún con el cartel de favoritos, a manos de un Saprissa que meses atrás atravesaba otra de sus crisis deportivas, debido al escándalo de «los princesos». Saprissa alzaría nuevamente un título en la casa de su máximo rival.

 

 

7. VERANO 2009: SAPRISSA (69%) – CAMPEÓN: LIBERIA MÍA

 

El Saprissa arrollador de la primera etapa de Jeaustin Campos como entrenador tenía todo para conseguir el hexacampeonato. Era un equipo con figuras experimentadas, más algunos jóvenes en ascenso, como un tal Keylor Navas. Su estilo de juego y jugadores eran la base de la Selección mayor de aquel entonces.

 

Saprissa había salido primero de su grupo B, con solo tres derrotas en 16 partidos, en un estilo de fase previa idéntico al del torneo Apertura 2020 «post-covid». Fue el equipo más goleador y el segundo menos batido de esa ronda.

 

Los morados luego disputaron las semifinales contra Liberia Mía, un equipo reforzado con jugadores de renombre en aquellos años como Michael Umaña, Víctor Núñez y William Sunsing. Los tibaseños cayeron por un marcador global de 1-2.

 

 

6. APERTURA 2018: SAPRISSA (73%) – CAMPEÓN: HEREDIANO

 

Antes de la llegada del «Paté» al banquillo tibaseño, Saprissa jugaba a algo distinto. El timonel Vladimir Quesada encabezó una gran fase previa, pero con un estilo que priorizó la solidez en defensa y el juego de contrataque. En cuanto a resultados, esa forma de jugar le funcionó al consolidarse como el equipo más goleador, menos goleado, y además invicto en su estadio, ya que durante esa fase solo perdió ante la Liga y Herediano en calidad de visitantes.

 

Tras caer en la semifinal de segunda ronda ante el cuarto lugar, Herediano, tuvo que usar el comodín de su liderato para disputar una gran final nacional, de nuevo ante los florenses. Sin embargo, fue aquel cabezazo de Aldo Magaña en tiempo suplementario que privó a los morados de la número 35 hasta ese momento.

 

 

5. INVIERNO 2013: HEREDIANO (74%) – CAMPEÓN: ALAJUELENSE

 

Herediano finalizó esa fase previa invicto como local y con tres derrotas en 22 encuentros, de visita ante la Liga, Saprissa y Santos. El equipo rojiamarillo dirigido por Marvin Solano fue el único en esa primera ronda que promedió más de dos goles por juego.

 

Sin embargo, era una época en la que, mientras otros equipos eran más sólidos en fases previas, la Liga del «Machillo» Ramírez era la que solía llevarse las instancias decisivas. Tras una final con marcador global sin goles, los penales le dieron a la Liga su título 29, el último previo a su sequía de siete años.

 

 

4. CLAUSURA 2021: ALAJUELENSE (76%) – CAMPEÓN: (?)

 

La historia más reciente de esta nota tuvo su desenlace en una semifinal de locos en ambos partidos. Las decisiones arbitrales, que perjudicaron tanto a Saprissa como a la Liga (aunque es debatible a quién favoreció más o menos) fueron las protagonistas del 5-6 global que le trajo malos deja vúes al director técnico Andrés Carevic, luego explicaremos por qué.

 

 

3. APERTURA 2019: ALAJUELENSE (79%) – CAMPEÓN: HEREDIANO

 

Ya la historia del equipo que tuvo más puntos pero que igual se quedó en el camino la había conocido y vivido esta Liga de Andrés Carevic. Si bien en el Apertura 2019 no terminó invicta la primera fase como en el actual torneo en curso (en cambio sufrió dos derrotas, una de ellas como local en un Clásico), había logrado más unidades y acumulado 16 victorias en 22 partidos.

 

Solo Saprissa hizo más goles que la Liga (50, un gol más). Los rojinegros fueron el equipo menos batido de esa primera fase, siendo el único que recibió menos de un gol por partido. De nada le sirvió, porque el entonces entrenador de Herediano, José Giacone, alguien que sabe muy bien cómo desquebrajar este tipo de equipos, le ganó tácticamente al estratega argentino las dos series finales, para así alargar un año más la racha sin títulos de la Liga.

 

 

2. INVIERNO 2014: ALAJUELENSE (80%) – CAMPEÓN: SAPRISSA

 

Era la Liga de los famosos 53 puntos, la mejor fase regular por lejos que cosechó Óscar Ramírez como técnico manudo, y en esa, nunca se sabrá si por karma o por otra cosa, fue donde precisamente no se coronó campeón.

 

A manos de su archirrival, perdió la serie semifinal primero por un gol agónico de Heiner Mora en la Cueva; luego, por un empate a uno en el Morera Soto con goles de Deyver Vega y José Guillermo Ortíz. Los dos equipos históricos se habían hecho daño mutuamente en la fase previa, ya que cada uno perdió su clásico como local, ambos partidos por idéntico marcador 0-2.

 

 

1. APERTURA 2017: HEREDIANO (82%) – CAMPEÓN: PÉREZ ZELEDÓN

 

16 victorias, seis empates, invicto. El equipo menos batido en la historia de las fases previas (12 goles, casi un gol encajado cada dos partidos), aunque con una cuota goleadora menor al de sus tres perseguidores en esa tabla general (41 goles). Así había logrado Hernán Medford el liderato más brillante en la era de los torneos cortos, gracias a una defensa casi infranqueable encabezada por Keyner Brown y Pablo Salazar, complementado con nombres propios en el medio campo y el frente de ataque como Randall Azofeifa, Esteban Granados, José Guillermo Ortíz y un Víctor Núñez en el ocaso de su carrera, entre otras figuras.

 

El formato dictaba que los cuatro primeros de la primera fase disputarían otra liguilla en la que el ganador sería el segundo finalista, ya que el primero había sido el propio Club Sport Herediano al finalizar líder. Por lo tanto, solo le bastaba mantener la inercia que arrastraban de la fase previa y terminar primera dicha liguilla para que los florenses cosecharan su cetro 27.

 

Sin embargo, los buenos resultados dejaron de llegar, al conseguir solo dos victorias y seis debacles, además de cero goles de diferencia (cinco goles a favor y otros tantos encajados) que enciendieron las alarmas de cara a la final que tendría que disputar con el Municipal de Pérez Zeledón.

 

De nuevo apareció el «antagonista» de este tipo de sucesos. José Giacone le plantó un cerrojo al equipo Herediano y, con un solitario gol de Yeikel Venegas en el marcador global, los pezeteños consiguieron el primero y hasta ahora único título en la máxima categoría.

 

 

Fotos de portada: La Nación Digital.

 

Los criterios de desempate sólo le sonrieron a la Liga

En 30 series de ida y vuelta por campeonato nacional entre los dos eternos rivales casi nunca existieron los criterios de desempate para definir al ganador en caso de que el global terminara empatado. Las pocas veces que el reglamento lo contempló el beneficiado fue Alajuelense.

 

Gol de visita en 1995

En la temporada 94-95, en la final de la segunda fase después de un torneo en el que ambos estuvieron taco a taco, los dos eternos rivales se cruzaron en un duelo que podía ser de cuatro juegos si la Liga ganaba la primera llave y obligaba  a la gran final. Tras el primer juego en Alajuela donde el marcador fue 0-0, los manudos fueron a Tibás a buscar el gol de visita que su rival no hizo y lo logró. Una anotación de Juan Carlos Arguedas le dio a la Liga ese plus pese a que los morados igualaron por medio de Javier Wanchope. 1-1 en el global pero la Liga marcó de visita y Saprissa no y eso fue suficiente.

Luego hubo dos juegos más en los cuales Saprissa se dejó la gran final para obtener la estrella 20 de su palmarés

 

Ventaja deportiva 

Ya en torneos cortos se aplicó en algunos torneos el criterio conocido como ventaja deportiva para el mejor ubicado de la fase regular en las semifinales. El clásico se presentó en esta fase durante  el Invierno 2013 en la cual la ida fue para Saprissa 1-0 en Tibás con gol de Deyver Vega. La vuelta favoreció a Alajuelense también 1-0 en casa manuda. El gol de Porfirio Lopez le dio a la Liga el boleto a la final ante Herediano, pues los manudos hicieron más puntos en las 22 fechas, luego el equipo de Óscar Ramírez ganaría la estrella 29.

Esa fue la única serie en la historia en que Alajuelense salió airoso pese a perder la ida ante Saprissa, aunque no fue una remontada

 

 

Autogol  de oro 

En 1998 se presentó el único gol de oro en la historia de los clásicos el cual curiosamente fue en propia meta y le sonrió a la Liga.
Fue el 10 de enero de 1998 en la fInal de la segunda fase 97-98, la Liga tenía que ganar para evitar dos juegos más ante Saprissa.

Este caso es un tanto diferente a los anteriores porque ni había ningún criterio de desempate previo.

Tras el 1-1 en Tibás con los goles de Walter Centeno y Josef Miso, se vino la vuelta en Alajuela. En tiempo regular empate  1-1 gracias a los penales convertidos por Alejandro Larrea para Saprissa y Luis Diego Arnaez para Alajuelense.

En tiempos extra aplicaba el ya desaparecido gol de oro  y llegó por medio del argentino Adrian Mahia a favor de la Liga. Cerca de llegar a los penales el delantero morado en labores defensivas cometió este error y la Liga se impuso dejándose  la primera etapa de aquel torneo terminó ganando Saprissa.

 

 

Actualidad 

 

Alajuelense podría valerse del criterio vigente para esta serie, el gol de visita, si logra vencer a Saprissa 1-0. 2-1, ó 3-2. Los manudos marcaron tres goles en Tibás en la ida el domingo partido en el cual cayeron 4-3.

Parece poco probable que este marcador se repita en Alajuela, por lo que se ve lejana la posibilidad de tiempos extra o penales. Sí Saprissa saca el empate o gana en el Morera Soto dejaría a los manudos sin final firmando un fracaso para los rojinegros que han sido amplios dominadores del actual torneo y los favoritos para revalidar la corona.

 

Róger Rojas ya es el hondureño más goleador del fútbol tico

No había pasado el momento en que el ojo futbolístico tico se empezó a fijar en Róger Rojas cuando este ya había «vacunado» a la Liga en el Nacional por Concacaf para así dejar otra de aquellas amarguras manudas en los tiempos de Benito Floro. Poco después, el Alajuelense, en un arranque de síndrome de Estocolmo, fichó a su verdugo para convertirlo en uno de los máximos artilleros extranjeros en la historia del fútbol costarricense.

 

Ya con la camiseta de Cartaginés, el RoRo acaba de conseguir el podio de los máximos anotadores hondureños por Campeonato Nacional, tras su gol contra Grecia en la jornada 21 del Clausura 2021. Con sus 44 goles superó la marca de 43 que llevaba Nicolás Suazo, que jugó con el Club Sport Herediano a mediados de la década de 1990.

 

El ariete catracho demostró desde el primer minuto con Alajuelense, allá por 2018, que no era un «paquetazo» más. De hecho, antes de su llegada a la casa manuda había jugado 28 partidos con su selección desde 2010 y anotado tres goles con la «H», incluido uno en eliminatorias para Brasil 2014 contra Jamaica, aunque después no formó parte de esa cita mundialista.

 

La mayor parte de su carrera fue ficha del Olimpia, que lo tuvo desde sus inicios, en 2008, hasta el 2017. A partir del 2014, el histórico equipo hondureño lo cedió a varios equipos como el Al-Ettifaq de Arabia Saudita, Cimarrones de Sonora y sobre todo en el Necaxa, en donde jugó 15 partidos en 2015 y anotó seis goles.

 

Al llegar a Costa Rica, anotó 38 tantos en 68 apariciones con Alajuelense, sumado a los seis goles en 16 partidos que hasta esta fecha acarrea con el Cartaginés. Un saldo total de 44 goles en 84 juegos en Primera División, o en otras palabras, acumula un promedio de un gol anotado por cada dos apariciones en las canchas del fútbol tico.

 

Foto: Prensa Club Sport Cartaginés.

Repase diez datos que dejó la paliza manuda en Tibás

El clásico 329 no fue simplemente uno más para el registro aquí les presentamos diez datos sobresalientes que dejó ese inusual marcador en clásicos hasta ayer inusitado en partidos por campeonato nacional

  1.  Es la mayor goleada que recibe Saprissa en sus 72 años jugando en primera división
  2. Es la mayor goleada en la historia del clásico por campeonato nacional en 229 partidos desde 1949. Solo se había presentado un 5-0 pero fue en el torneo grandes de Centroamérica no oficial. En 1996 a favor de Saprissa
  3. También es la peor paliza en la historia por diferencia que recibe Saprissa en cualquier partido oficia jugando en Tibás. La mayor diferencia 0-4 logrado por Cartaginés en 2020, Carmelita en 2006, y Barrio Mexico en 1976
  4. Andres Carevic único técnico en la historia del fútbol nacional que dirigió equipos que celebraron cinco goles en Tibás
  5. Alajuelense no ganaba tres en fila en clásicos de torneo nacional desde 2001 y 2002 cuando ganó cuatro seguidos . Los mismos que lleva ahora si sumamos la final de Liga Concacaf
  6. Aaron Cruz fue el arquero de Saprissa en los dos clásicos que el cuadro morado recibió cinco en casa, ya había estado en el 2-5 el  5 de octubre de 2019
  7. Saprissa llegó a nueve partidos de campeonato nacional sin ganar lo cual no sucedía desde 1986
  8. Alajuelense suma 23 partidos sin perder, lo cual significa la cuarta mejor racha en la historia del club sin conocer la derrota. Superada solo por 26 partidos en la temporada 97/98 con Manuel Keosseian, 27 con Jorge Luis Pinto en 2002-2003, y 33 en el año 1992 con Jean Postulka
  9. Johan Venegas llegó a siete goles en clásicos, cuatro con Alajuelense tres con Saprissa
  10. Alajuelense llegó a su triunfo 102 en clásicos