Dos impactos despertaron al monstruo

Parecía un amargo debut para Saprissa en Concacaf, pero el orgullo del monstruo alcanzó para no perder y dejar la serie viva tras un intenso 2-2

La contundencia del Impact de Montreal mezcalado con la falta de contundencia morada llevaron a los de «Pate» al límite, y apelando a la «sapri-hora» los morados lograron rescatar el partido y la serie

El destino del partido de ida entre el equipo nacional y canadiense se escribió desde el 11′ cuando Okwonkwo aprovechó un fatal error de David Guzmán para vencer a Aaron Cruz

De inmediato las dudas se apoderaron del equipo morado, la tribuna le cobró el error a Guzmán, y jugando al contraataque los visitantes marcaron el 0-2 en una extraordinaria definición del hondureño Romel Quioto al 21′. El catracho más adelante se iría lesionado. En sus minutos de sufrimiento Saprissa pudo perder por expulsión a Mariano Torres pero el árbitro lo perdonó

En adelante el partido fue totalmente morado, herido en su orgullo el monstruo acorraló por cerca de 70 minutos al Impact en procura de al menos empatar, pero apareció la figura del excelente arquero Diop quien en el complemento ahogó el grito del Saprissa en reiteradas ocasiones.

La más increíble «arrancándole» el balón de la cabeza a Manfred Ugalde.  También negó el gol a Marvin Angulo en remate rastrero.  Y en otra acción increíble Cristhian Bolaños totalmente solo cabeceó por encima del arco

La noche pudo ponerse peor en Tibás, pues el Impact logró el 0-3 pero la anotación de Urruti fue anulado por falta previa.  Cuando ya parecía que la suerte estaba escrita apareció aquello del orgullo morado. Primero al 78′ centro de Jonathan Martìnez remate de cabeza de Johan Venegas. gol y vida para Saprissa.

El estadio se le vino encima a los de Canadá, y aunque el extraordinario arquero Diop ahogó dos gritos de gol más, el empate llegó al 89′ con el sello de Ariel Rodríguez tras otro centro del relevista Martínez

Saprissa coqueteó con la remontada, pero el 2-2 fue la sentencia. La serie está viva, Saprissa apeló a su histórico orgullo cuando todo parecía perdido

 

Foto: Karina Romero