Saprissa lo hizo otra vez, la Liga se enterró sola

En uno de los partidos más extraños que se recuerden de los últimos años en el fútbol nacional, Saprissa logró sacar la serie ante los manudos y empató 2-2 en el Morera Soto, que lo clasifica a la gran final a costa de una Liga Deportiva Alajuelense que partía como gran favorito por lo hecho en la fase regular.

 

El dominio y el asedio manudo era clarísimo en los compases iniciales, pero justo en la mitad del primer tiempo sucedió la jugada clave que cambiaría el guión del partido. Leonel Moreira, después de atrapar un balón aéreo, le pegó un codazo a Mariano Torres, que lo estorbaba cuando se prestaba a sacar. La jugada la vio Henry Bejarano de cerca y de inmediato le sacó la tarjeta roja al meta rojinegro. El penal señalado lo transformó Crisitian Bolaños en gol al patearlo al costado izquierdo de la portería del ingresado Mauricio Vargas.

 

El partido se rompió por completo, y Saprissa encontró los espacios en donde en más de una ocasión pudo sentenciar la eliminatoria en un par de contras, pero hubo otro ajuste mayúsculo en el guión. Al 39′ se equipararon las condiciones para ambos equipos cuando Walter Cortés, en un arranque de ingenuidad, estorbó al portero Mauricio Vargas en un cobro de tiro libre y vio su segunda tarjeta amarilla.

 

Apenas un par de minutos después se dio una jugada que confundió a propios y extraños. En un tiro de esquina manudo, su dio una falta sin balón que Bejarano vio y señaló el punto de penal. Al ver que Daniel Arreola había ganado la posición y anotó el gol de cabeza, el árbitro central rotó su brazo al centro para ratificar el gol, en una indecisión enorme, pero luego tuvo que volver a marcar el punto de penal, que había sido su decisión inicial. La fortuna no le sonrió a Bryan Ruíz esta vez, y Aarón Cruz con su tapada se consolidaba como la figura morada de esta semifinal.

 

Las extrañezas siguieron no más empezar la segunda parte. Otro penal se señaló por una falta en el área sobre Ferran Faerrón. Aarón Cruz, como si fuera ya una costumbre de toda la vida, detuvo el lanzamiento de Daniel Arreola pero de rebote el central manudo logró el gol. Nuevamente imperó la confusión entre el equipo arbitral, ya que parecía que iban a invalidar el tanto por un presunto fuera de juego técnico del cobrador mexicano, pero después de múltiples reclamos y deliberaciones, se ratificó el gol y por ende el 1-1 transitorio.

 

El trámite volvió entonces a ser el de los minutos iniciales. Bryan Ruíz en un mano a mano pudo haber embocado el 2-1, pero su remate globeado ante la salida de Aarón Cruz fue despejado cerca de la línea de gol por un defensor saprissista. Al 65′ Mariano Torres pudo haber tranquilizado la moral de Saprissa al casi lograr un gol de tiro libre, pero su cobro se estrelló en el travesaño.

 

Los erizos remontaron el marcador a los 68′ minutos de partido, en un remate de media distancia de Ferrán Faerrón en el que Aarón cruz dio rebote, que aprovechó Alonso Martínez para concretar el 2-1.

 

A los 75′ Saprissa intentó replicar la fórmula que le funcionó en la ida, que por poco David Guzmán logró concretar de cabeza, aunque la revancha se le dio al fin cuatro minutos después, gracias a una gran jugada de Mariano Torres que el propio Guzmán capitalizó en un remate cruzado de zurda que significó el 5-6 global, que los metería a la gran final nacional.

 

Aarón Cruz de nuevo fue figura en otra jugada puntual en la que tuvo que emplear sus reflejos para detener otro cabezazo manudo desde el área pequeña, a los 83 minutos de juego.

 

Sin duda, este partido regaló todo tipo de emociones y deparó todos los ingredientes para un partido que no le dio tiempo a nadie ni para pestañear. Así y todo, será Saprissa el que buscará su título número 36, pese a la arroladora fase regular del Alajuelense.

 

Foto: Prensa de Deportivo Saprissa.